Jénnifer López dispuso de fuerte dispositivo de seguridad durante el tiempo que se hospedó en el hotel Mayaland.
Se utilizaron dos habitaciones: el bungaló “Nicoletta” fue para la protagonista de “Selena”; la segunda habitación sirvió para el guardarropa de la actriz, que constó de más de 30 vestidos; abrigos y 20 pares de zapatos, además de sombreros y lentes de sol”, indicó el amo de llaves Jesús Cauich Medina.El equipo de la actriz trajo frambuesas, té de la marca Tisane Menthe, latas de Canada Dry, jugos de naranja y semillas de girasol.
Según trascendió la cantante no fue tan exigente, pues sólo solicitó dos espejos: uno con focos alrededor y otro de cuerpo entero. El hotel la consintió con sábanas egipcias.
Jénnifer López casi no se dejaba ver; incluso nadie la escuchó hablar, pues todo lo que solicitaba era a través de su equipo. En las escasas veces que fue vista estuvo acompañada de su masajista y maquillista.
Trascendió que después de las grabaciones del sábado cenó con su equipo en la mesa que se montó en la terraza del bungaló, ahí se reunió con la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, quien le dio la bienvenida y le agradeció a la actriz por elegir a Yucatán para la grabación de su vídeo. Luego de la reunión, Jénnifer se fue a dormir.
A las 10 de la noche ya se habían apagado las luces del bungaló, indicó Cauich Medina, quien consideró a la actriz como una mujer especial que no habló con nadie: “Es más pesada que Sarah Brigthman, porque al menos ella nos saludaba cuando nos veía”.
La partida
Ayer, apenas amaneció, la actriz ordenó que le llevaran el desayuno a su cuarto y a las 6:30 dejó el hotel.
Jénnifer no permitió que se le tomarán fotografías cuando le eran solicitadas por el personal o huéspedes que la reconocían.
Durante la cena, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco le obsequió un regalo y una tarjeta de bienvenida.-